Negocios y empresa
No cabe ninguna duda que transitando por un ciclo de debacle económica donde, específicamente, los mercados laborales se consolidan como grandes responsables del caos, la llegada de las redes sociales ha supuesto un soplo de aire fresco para el “emprendimiento”.
Es ciertamente sencillo en términos de burocracia y recursos pecuniarios, iniciar un negocio de éxito en la red, sin embargo, el gran desafío radica en el cumplimiento de los exigentes requisitos que, de la mano de la penetración de Google como órgano decisor, nos han llegado junto con la transmutación del SEO hacia lo social, el nuevo algoritmo que incluye la ortografía como variable de calidad y la puesta en escena de los distintos movimientos estratégicos que permiten al buscador alzarse con el monopolio de la red.
Calidad de servicio
Nuestra tercera variable invita a una reflexión que, si bien un tanto compleja, no por ello menos real. No es un tema menor que, una de las principales causas de pérdida de clientes ha sido siempre un deficiente servicio de atención al cliente.
Adicionalmente, la confusión de los conceptos y la dimensión inadecuada de un realidad en la que cliente es todo aquél que interactúe con la marca, comenzando por nosotros mismos, nos lleva a situar a las redes sociales y, específicamente, a Google + como principales responsables de la recuperación del concepto “calidad de servicio”…eje central finalmente, de toda prestación de bienes y/o servicios.
La calidad comienza en el cliente interno que hay en nosotros mismos y como seamos capaces de apasionarnos por lo que hacemos, como forma de vida.
Compartir y exponerse, claves de la transparencia
Algunas consideraciones de índole antropológica subyacen en éste enunciado. Una de las principales críticas que tuvieron que enfrentar las redes sociales en el momento de eclosionar, radicaba en la fusión entre la privacidad (o la ausencia de ella) y la exposición de la arista más favorable de las personas.
Esto está cambiando y sin duda, Google+ ha supuesto un avance en la eliminación del muro con el que todos nos blindábamos exponiendo únicamente los aspectos más positivos de nosotros mismos.
Compartir es hoy un requisito y sabiéndonos humanos, estamos avanzando hacia una real integración de la diversidad, que finalmente, es quien construye la calidad ilimitada que subyace en la red.
Un claro ejemplo de esto lo encontramos en las políticas que para los perfiles establece Google+, ni marcas, ni apodos ni identificación alguna que no sea nuestro nombre y nuestros apellidos, concordante con nuestros otros perfiles sociales e idéntico a la persona que somos.
Es bien cierto que son muchos los detractores de ésta exposición, argumentos en relación a la privacidad se suceden y si bien es cierto que son claros, también es una realidad que la interacción social, la vuelta a la comunidad como asociación eficiente (específicamente escaseando los recursos de toda índole como en el momento actual) ha dotado a la comunicación de transparencia.
Influencia, causa efecto de la exposición
Nuestra anterior reflexión nos sitúa directamente ante la influencia. Hemos avanzado de eso no existe ninguna duda, de forma paulatina transitamos entre la “tarjeta del Corte Inglés” a la carta de presentación de nuestra inteligencia, habilidad y aptitud…influencia en red.
Cambian los símbolos sobre los que descansa la influencia y hoy, todos somos parte de lo que sucede y son nuestras palabras las que llegan a las emociones de nuestros lectores, lo que establece un canal para comunicarnos y de una u otra forma, lograr retroalimentarnos con la influencia.
Las redes sociales nos han hecho personas más eficientes, nos ponen límites a nuestros “pecados capitales”, nos ordenan y nos indican por donde debamos ir, si queremos aprovechar al máximo el potencial que hemos desperdiciado buscando el “lucro permanente”, no debemos renegar de las plataformas que nos permiten unirnos y ser eficientes.
Transparencia y calidad en la información… ¿no es además, una muy buena forma de formar a las futuras generaciones? … y sin duda, debe ser visto como una oportunidad, el hecho de poder transformarnos en trabajadores autónomos, eficientes y autosustentable, solidarios, comprometidos y vinculados…si esto es así ¿a quien puede importarle decirle a Google como nos llamamos?…
Reputación sustentada en eficiencia real y tangible, esto es además de mucha más educación social, espíritu solidario y acción, lo que nos han permitido lograr las redes sociales.
Somos lo que construimos, las redes sociales nos dicen donde, el como lo hacemos con cada clic. Con frecuencia confundimos, como si de una película o un libro se tratara, la personificación de quienes construyen la noticia.
Google compra Motorola y Google Panda llega al universo hispanohablante, nos sitúa en un escenario en el que personas, trabajando en equipos innovadores y tecnológicos, logran poner en escena un nuevo proyecto viable, eficiente y de gran aporte para la civilización que somos hoy.
Esto nos habla de los potenciales aún desconocidos con los que contamos como civilización, las máquinas nos complementan y nos dotan de habilidades que de otra forma no podríamos lograr, es el uso que hagamos de ellas lo que inclinará la balanza a favor o en contra en los análisis que de este ciclo, se hagan en la historia.
