jueves, 2 de junio de 2011

El keynesianismo Por: Ramón Parellada

Para la mayoría de personas, el hablar de economía y mencionar a los keynesianos es como hablar en chino. Recordemos algunos hechos importantes de los keynesianos para analizar las propuestas de nuestros candidatos.

John Maynard Keynes fue uno de los economistas británicos más influyentes en el mundo entero. Uno de sus primeros libros fue un análisis de cómo fracasaría la economía de Alemania después de la Primera Guerra Mundial debido a las sanciones económicas insostenibles que se le habían impuesto (Las Consecuencias económicas de la Paz, 1919). Su obra principal fue publicada en 1936 y es La Teoría general del empleo, interés y dinero.

Keynes y más bien sus seguidores consideran al capitalismo inestable y justifican el gasto deficitario del gobierno para llegar al pleno empleo. La deuda es buena mientras que el ahorro no. Abre las puertas para la ingeniería social que no es más que el análisis de cómo recaudar más impuestos y luego, cómo re-distribuirlos. Prefiere los impuestos progresivos y altos para que la gente no ahorre a modo de que se pueda gastar más y llenar la brecha deflacionaria (estaba preocupado por la deflación), si no alcanzan los impuestos para cubrir ese gasto creciente y deficitario hay que endeudarse al máximo, y si no, hay que recurrir a la emisión monetaria aunque genere inflación. Al final, si hay que escoger entre inflación o desempleo es preferible la inflación.

Keynes surge con mucha fuerza porque durante la Gran Depresión la economía clásica no convencía con sus recetas de dejar que el mercado se ajustara solo. Keynes no veía nada automático y había que intervenir. Veía demasiados inventarios de productos sin venderse y por eso el gobierno tenía que gastar más para reactivar la economía y que la gente tuviera ingresos a modo de gastarlos, las tasas de interés no se ajustaban automáticamente culpando a quien ahorraba o mejor dicho atesoraba, quitando esos ahorros de la oferta y por lo tanto quien quería invertir no encontraba quién le diera préstamos y veía que había mucho desempleo sin que la economía clásica lo resolviera, por ello no importaba la calidad del gasto del gobierno, lo que importaba era gastar y llenar la famosa “brecha deflacionaria”.

Los clásicos defendían su teoría indicando que el mercado estaba intervenido y así era, había rigideces que no permitían que se ajustara rápidamente. Luego de la Gran Depresión el gobierno aumentó el encaje bancario empeorando depresión creando una fuerte contracción. Además impuso aranceles con lo que redujo el comercio exterior libre encareciendo todos los productos. Los salarios no podían ir a la baja por rigideces de la legislación laboral y el resultado era un mayor desempleo. No había suficiente inversión porque el sistema estaba estancado, había desconfianza por parte de quien tenía ahorros y pocos con ganas de emprender aventuras nuevas en un momento en que quebraban a diario empresas y bancos.

Los políticos vieron en las explicaciones de Keynes su justificación para romper con las restricciones que regían en todo comportamiento de un buen gobierno como presupuestos equilibrados y bajos gastos. A la economía de Keynes y los keynesianos se les llama la economía del gasto, de gastar y del gran gobierno. La austeridad y el equilibrio en las finanzas públicas dieron paso al excesivo gasto gubernamental, mayores impuestos progresivos, mayor emisión monetaria y un endeudamiento colosal. El resultado, inicialmente, parecía funcionar, con el tiempo, fue un mayor gasto del Gobierno, inflación y estancamiento.

ver nota original http://www.s21.com.gt/opinion/2011/06/02/keynesianismo

miércoles, 1 de junio de 2011

Facebook y Twitter para empresas.

Por: Albert Pastor de Tecnicasmarketing.com

Los atributos de las redes sociales en el mundo de los negocios son indiscutibles, nuevas marcas se incorporan minuto a minuto a las redes sociales con el objetivo puesto en lograr un conocimiento y expansión viral de la marca y, evidentemente, una buena reputación online.

Es más que evidente que dichas acciones buscan como objetivo final aumentar la cifra de ventas y lograr satisfacer los objetivos económicos previstos en el plan de empresa, razón de ser de cualquier empresa o negocio online, de la misma forma que sus símiles en el “mundo analógico”.

Si una de las reglas han cambiado con Internet es que hoy, las empresas no controlan lo que los clientes dicen y opinan sobre su marca, pero si tienen las herramientas para saber que están diciendo de ellos, las relaciones que establecen con sus clientes, grupo objetivo y competencia; la duración de las mismas y la imagen que tienen de la marca, todo esto gracias a las redes sociales.

La retroalimentación permanente y en tiempo real es una de las fortalezas que las marcas encuentran en su interacción en las redes sociales, por lo que donde antes sólo existía el marketing tradicional y la apuesta por modelos publicitarios cerrados y de difícil modificación, evaluación de impacto y cuantificación de resultados, hoy existe el dinamismo, las innumerables utilidades de la publicidad online y la eficiencia demostrada del marketing en redes sociales, marketing que permite –de nuevo gracias a la retroalimentación- la identificación de necesidades, intereses y emociones, que se traducen en una acción de compra o al menos en una intención o en la creación de la necesidad, de lo contrario sin duda la estrategia no está funcionando.

Así, dentro del –cada vez más- amplio espectro de los Social Media, Facebook y Twitter se consolidan como plataformas idóneas en relación a la viabilidad en términos comerciales de un producto y por lo tanto, en la consecución de los objetivos económicos de cualquier empresa, independientemente de su tamaño o situación geográfica.

Algunas pautas para lograr una página de Facebook y una cuenta en Twitter que consolide la marca, que sea eficiente y que le permita alcanzar los principales objetivos de las marcas en sus estrategias en las redes sociales son:

  • Publicación de contenidos de calidad, no necesariamente propio sino como parte del compromiso con el modelo, contenido de relevancia para los seguidores de la página.
  • Promoción, identificación e interacción con el público objetivo
  • Expansión permanente en la red, apostando por la creación de estrategias novedosas y de alto potencial de propagación viral.
  • Promoción de información de relevancia para la construcción de la marca
  • Búsqueda permanente de nuevas oportunidades de negocios, alianzas y contactos
  • Promoción de nuevos productos y servicios
  • Escucha activa de opiniones de los usuarios que ayuden al dinamismo y optimización de las marcas
  • Interacción con las marcas de la competencia
  • Desarrollo de la fidelidad de los usuarios

Tenga en cuenta estas acciones a la hora de implementar sus estrategias de marketing en Facebook y Twitter para su empresa.

Albert Pastor.

martes, 10 de mayo de 2011

8 claves de Marketing en Facebook


Altimeter ha publicado recientemente un análisis revelando la falta de criterio que tienen las marcas en general para llevar a cabo acciones de Marketing positivas mediante las páginas de Facebook.

En el estudio se analizaron 30 marcas pertenecientes a seis industrias diferentes y se comprobó el nivel de implicación y de acierto que tienen al aplicar los ocho criterios que Altimeter considera fundamentales para gestionar las páginas oficiales de las marcas. Las conclusiones a las que llegaron dicen que las marcas no aprovechan las posibilidades que Facebook ofrece en el terreno del Marketing.

“Las marcas fallan en alcanzar la madurez necesaria al no potenciar las redes sociales”.

Los 8 criterios son:

1. Establecer las expectativas de la comunidad

Es necesario establecer claramente las dinámicas y las normas para no crear expectativas equivocadas en los fans. Además es importante fijar las normas de participación aclarar los motivos por los que un post puede ser eliminado.

2. Llevar a cabo acciones cohesivas

Ofrecer una experiencia integral que tenga sentido con la imagen de la marca es un punto de partida clave para diseñar una página oficial. De esta manera se crea un ambiente conocido para los fans y permite diferenciar la página de las de otras marcas. No se puede olvidar que este tipo de páginas forman parte de la imagen de la marca de la misma forma que los sitios Web.

3. Mantener la página actualizada

Es importante mantener una interacción constante con contenido renovado y actual. Los usuarios que se acercan a la página por primera vez quieren saber si la compañía está presente en ella, y los que ya están registrados como fans necesitan razones para seguir involucrados.

4. Dotar los posts de autenticidad

Construir la confianza mediante interacciones personalizadas con un ‘toque humano’. Una de las peculiaridades que Facebook es que promueve que los usuarios utilicen su nombre real, las empresas deben seguir este camino e identificar a los empleados que gestionan la página, con el nombre real, fotos y datos de perfil. Así los usuarios tienen la sensación de hablar con un ser humano y no con una ‘corporación’.

5. Participar en el diálogo

Los usuarios están acostumbrados a comunicarse entre sí mediante conversaciones, las marcas que quieran formar parte de este fenómeno deben de preocuparse por participar en este tipo de diálogos. Así además se logra la mejor interacción posible con los consumidores y se genera una sensación de cercanía. Es importante recordar que las conversaciones en Facebook generan impactos en cascada, ya que cada conversación aparecerá en las páginas de inicio de un promedio de 130 contactos.

6. Promover las interacciones Peer-To-Peer

Utilizar la ayuda del público es uno de las estrategias más importantes del marketing en Facebook. Los clientes aprovechan estas páginas para comunicarse entre sí y compartir las experiencias que tienen con los productos o servicios. Las marcas deben de promover este tipo de conversaciones y utilizar el muro de la página para resaltar las historias positivas.

7. Buscar la representación de los clientes

El boca a boca es un fenómeno muy interesante que puede ser considerado el ‘Santo Grial’ del Marketing, los posibles consumidores confían más en las personas que ya tienen una experiencia de compra o de contratación que en las propias marcas, por lo que buscar que los clientes satisfechos cuenten los detalles positivos es una estrategia básica.

8. Lograr ventas

El fin último de toda acción de Marketing es el de vender. La página oficial de una marca en Facebook puede ser una buena herramienta para lograr ventas y no solo encargarse de temas de imagen. Por ejemplo ofrecer descuentos o servicios que se pueden contratar en la propia página.

Las conclusiones de Altimeter nos demuestran que el Marketing en las redes sociales aún tiene un largo camino por recorrer. Resultará interesante ver cuales son las marcas que logren primero establecer satisfactoriamente estos criterios y que sus estrategias de Marketing obtengan resultados positivos.