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jueves, 9 de febrero de 2012

Abusos en el Cobro del Pasaje al Transporte Urbano

Respecto al constante abuso en el cobro excesivo en horario normal por pilotos del Trasporte Público Urbano mi opinión y denuncia pública es la siguiente:

No es que justifique el cobro, estoy en total desacuerdo con que los autobuseros abusen despues de las 5 de la tarde en el cobro del pasaje a Q2.00, sin embargo hace unos días descubrí que los pilotos de buses no devengan un sueldo fijo, resulta que los meros dueños de los buses le exigen una cuota diaria a los pilotos que oscila entre los Q300 y Q400 diarios, ademas los pilotos con el pasaje que reciben deben correr con el gasto de Diesel -que si hacen el calculo y por el tamaño del vehiculo, mas el precio de los combustibles y el uso continuo que les dan a las unidades- éste ha de ser alto, lo que quiero resaltar es que los dueños de los buses además que reciben la cuota diaria también reciben muy buena parte del subsidio que el Estado de Guatemala les da (o sea parte de los impuestos que pagamos todos los guatemaltecos), estos dueños en nada comparten dichos ingresos con los pilotos; al cual ellos diariamente tienen que ingeniarselas para sacar la cuota antes indicada, combustible y bueno, claro el sueldo que deben devengar. Acá no menciono que adicional a eso también deben juntar la cuota (LOS PILOTOS) para la extorsión que les cobran constantemente los diferentes grupos del crimen como las pandillas.

Me parece que el abuso acá es del dueño de los buses por explotar laboralmente a los pilotos sin que las autoridades hagan nada y ni se pronuncien sobre ello en tan constantes reportes de los ciudadanos y que estos mismos lleguen hacer prácticas como la de cobrar más de lo autorizado y justificar los gastos antes mencionados, por igual no los libra de los abusos. 

Por otro punto en la Municipalidad de Guatemala hay una unidad que no se da abasto creo yo, esta se llama Superintendencia de Transporte Público (STP), Yo he visto que montan operativos pero el personal es insuficiente y no hay capacidad ni recurso humano (creo) o quien sabe no hay voluntad por regular el abuso que cometen los transportistas. El problema es de fondo, hay que denunciarlo y hacerlo ver a las autoridades de los muchos abusos que se cometen, tanto nosotros como usuarios así como buena parte de los pilotos.

miércoles, 22 de junio de 2011

INDICE DE ESTADO FALLIDO 2011 – FAILED STATES INDEX – Fund for Peace & Foreign Policy

El lunes 20 de junio, Fund for Peace y Foreign Policy hicieron la presentación pública de la séptima edición del índice de Estado Fallido, versión 2011. Guatemala se sigue encontrando dentro de lospaíses en alerta, con una leve mejora en su calificación, pero manteniendo la posición en el ranking, 106 de un total de 177 países evaluados.

El complejo fenómeno del fracaso de los sistemas democráticos es tema de variadas discusiones en distintas instituciones y esferas sociales, pero sigue comprendiéndose muy poco. Los problemas que acosan a los Estados en proceso de convulsión política suelen ser muy similares: corrupción generalizada, clases dirigentes depredadoras que monopolizan el poder, ausencia de un sólido Estado de Derecho y graves divisiones entre la población. Sin embargo, esto no significa que las soluciones a tomar deban estar cortadas por el mismo patrón.

¿QUÉ ES UN ESTADO FALLIDO?

El comportamiento errático de un dirigente aislado no sólo hace que sea aún más miserable la vida de los millones de pobres sobre los que gobierna, sino que da señales claras sobre la estabilidad política y las posibilidades de inversión en toda la región que lo circunda. En otras palabras, las amenazas de los Estados débiles tienen una onda expansiva que va mucho más allá de sus fronteras y pone en peligro el desarrollo y la seguridad de países vecinos y lejanos.

El término Estado Fallido hace referencia a una serie de condiciones que conllevan al debilitamiento del Gobierno en relación a la demanda económica, política y social que hace la sociedad. El término busca evaluar si los Estados responden eficientemente a su función, consistiendo ésta en el abordaje de una serie de elementos que se listan como componentes dentro del índice.

Adicionalmente, el índice califica de esta manera a aquel Estado en donde el gobierno ha perdido control efectivo sobre su territorio, enfatizando la importancia de la protección de las democracias. Sin embargo, el definir una evaluación objetiva del término, identificando claramente los aspectos que son tomados en cuenta, contribuye de gran manera a la definición de prioridades dentro de las agendas de gobierno y de nación.

De forma complementaria, se califica a un país de "exitoso" si mantiene un monopolio en el uso legítimo de la fuerza física dentro de sus fronteras. Más específicamente, el término también se utiliza en el sentido de un Estado que se ha hecho ineficaz de cumplir las funciones que le han sido asignadas en materia de seguridad, justicia, transparencia y desarrollo social y económico.

El mayor énfasis que se hace a este respecto es la capacidad con la que cuenta un Estado para hacer cumplir las leyes de forma uniforme, manifestándose su incapacidad en las altas tasas de criminalidad, corrupción extrema, un extenso mercado informal, burocracia impenetrable, ineficacia judicial, interferencia militar en la política, y aquellas situaciones en las cuales la sociedad se ve obligada a subsanar de forma independiente las tareas pendientes que el Estado no ha podido llevar a cabo con éxito.

DESCRIPCIÓN DEL ÍNDICE

La evaluación del índice consiste en la integración de los resultados obtenidos por los países en cada uno de los 12 elementos evaluados. Estos elementos se dividen en 12 variables de carácter social,económico y político/militar.

  • Guatemala mejoró en 8 de los 12 indicadores, siendo los 3 que mostraron mayores avances: Independencia Externa, Migraciones y Fugas Crónicas, y Refugiados y Desplazados.
  • Guatemala empeoró en 4 de los 12 indicadores, siendo estos los siguientes: Violación a Derechos Humanos, Agravios y Paranoia Social, Desarrollo Económico Desigual, y presencia de Aparatos Ilegales (CIACS).

COMPARACIÓN CON EL CONTINENTE

Esta visión parcial del país no permite identificar la relación que ha tenido respecto del desempeño de los países del continente, situación que puede explicar de mejor forma si los resultados son debidos a un comportamiento generalizado o si la región se encuentra sumida en una dinámica particular. De forma breve, los hallazgos son los siguientes:

  • Respecto de los países considerados como Estados Fallidos, en primer lugar se encuentra Somalia, acompañado del único país latinoamericano que aparece en esta categoría: Haití, ubicándose en la posición 173. A estos países, el índice les hace un llamado expreso a la consideración de una reestructuración de base, replanteando la visión de país a futuro.
  • Dentro de la categoría en alerta de convertirse en Estados Fallidos se ubica el grueso de países latinoamericanos, con casos más graves como Colombia en la posición 134, Bolivia en la posición 119, Ecuador en la posición 116, Nicaragua en la posición 111, y Guatemala en la posición 106. Luego hay un grupo de países menos graves como por ejemplo Honduras, República Dominicana, El Salvador, Perú y Brasil.
  • En lo que respecta a los países políticamente estables, liderando la categoría Uruguay y Chile en las posiciones 24 y 25, seguidos por Argentina en la posición 33, Costa Rica en la posición 41 y Panamá en la posición 47.
  • Por último, es conveniente señalar que Canadá es el único país del continente que se ubica en la categoría de Estados Sostenibles, siendo Finlandia el país mejor evaluado.

AGENDA DE TRABAJO PENDIENTE

Como parte de la metodología empleada por ambas instituciones que contribuyen a la elaboración del índice, de forma complementaria el índice lista una serie de comentarios que se agrupan en lo que se denomina the Core Five State Institutions, o las cinco instituciones que necesitan ser reformadas para consolidar un Estado fortalecido que responda a las demandas de la sociedad.

Siguiendo este esquema, los comentarios para Guatemala son los siguientes:

1. Liderazgo Político. A los dirigentes políticos, haciendo énfasis en el presidente, les queda pendiente el poder superar la corrupción que ataca el país, demostrando compromiso con el manejo sano de las finanzas.

2. Ejército. A pesar de que se ha reducido año con año el número de efectivos, se debe tener mucho cuidado sobre el papel que juega el ejército en cuanto al tema de seguridad y el apoyo a líderes políticos en contra del régimen democrático.

3. Policía. Se necesita de una policía fortalecida en términos de miembros y presupuesto, sobre todo en la labor investigativa y de alto impacto, donde quedan grandes deudas. Se ha generado un clima de desconfianza respecto de los agentes.

4. Sistema Judicial. Es un órgano de gobierno ineficiente, con gran cantidad de casos de corrupción, necesitado de un régimen de profesionalización para transparentar su función, brindando protección a testigos y jueces, impartiendo justicia certera y a tiempo.

5. Servicio Civil. La falta de una carrera civil independiente de intereses económicos y políticos hace que el ciudadano desconfíe de aquellos que tienen a cargo la función pública.


http://www.facebook.com/notes/fundesa-guatemala/%C3%ADndice-de-estados-fallidos-guatemala/10150671498690298

Nota a través de Fundesa:

lunes, 24 de enero de 2011

Militares en seguridad pública ¿Efectividad, pragmatismo o bomba de tiempo? Por Lucía Dammert


El incremento del crimen, el poder del narcotráfico y la aparente falta de efectividad gubernamental para combatirlo son elementos presentes en prácticamente toda América Latina. Con diferencias, la realidad muestra una fuerte presencia del crimen organizado en países tan diversos como Paraguay, Brasil, Colombia, Guatemala y México, así como vinculaciones cada vez más evidentes en el resto de las naciones.

El diagnóstico es poco alentador. Los niveles de desigualdad, fragmentación social, inequidad en la entrega de los bienes públicos como educación y salud e incluso la segregación urbana, son elementos detonadores de mayores probabilidades de presencia del crimen y no han variado significativamente en los últimos años. Ni que decir de los índices de consumo de alcohol y drogas, la prevalencia de la violencia doméstica y la generalizada utilización de la fuerza para resolver todo tipo de conflicto cotidiano.

Por decirlo en claro, los cambios estructurales necesarios para enfrentar al crimen de forma efectiva no se han realizado. Y en algunos países ni siquiera se están empezando a plantear en la agenda pública.

Los gobiernos tienen pocas herramientas para enfrentar esta situación. Generalmente olvidadas, mal pagadas y con prácticas de corrupción e ineficiencia en el centro de su accionar cotidiano, las instituciones policiales tienen mínimas capacidades para enfrentar este enemigo. La carencia de información conlleva a prácticas meramente reactivas, la falta de entrenamiento adecuado limita la posibilidad de investigación seria sobre los hechos, y las precarias condiciones laborales y salariales promueven la descomposición, la ineficacia y el uso indebido de la fuerza.

¿Qué hacer? Muchos gobiernos se han visto enfrentados a una pregunta que inquieta a los ciudadanos como mostró la última información del Latinobarómetro donde la mayoría de latinoamericanos expresó que la seguridad era su primera preocupación. Pero también es el requerimiento del concierto internacional que reclama por acciones que limiten el derrame regional del problema, especialmente de aquel vinculado con el crimen organizado.

La solución no es fácil y, sin duda, requiere de capacidades de entendimiento de la complejidad del fenómeno, así como de rapidez en la elaboración e instrumentación de políticas. En algunos países la utilización de las fuerzas armadas ha sido asumida como la única alternativa viable para no perder gobernabilidad, asegurar el Estado de derecho y consolidar una imagen de fuerza frente a verdaderos ejércitos paralelos vinculados con el crimen organizado.

Pero ¿sirve sacar soldados a la calle? Depende. En primer lugar, el envío masivo de personal subalterno con limitada capacitación para enfrentar el problema es un arma de doble filo porque genera conflictos con una ciudadanía que espera soluciones rápidas y, además, una oferta pública más global, así como con las instituciones policiales que no encuentran forma de organización, respuesta alternativa a la presencia armada y el control del espacio. En segundo lugar, la presencia disuade y permite avanzar, pero no genera caminos sólidos. Sin duda en eventos de emergencia la participación militar puede servir como válvula para disminuir la presión del momento , mas instalada en el tiempo pierde efectividad. En tercer lugar, el trabajo de terreno en lugares con alta penetración del crimen organizado pone en peligro de corrupción al personal, con lo que las fuerzas armadas aún reconocidas con ciertos grados de legitimidad social podrían sufrir un daño casi irreparable.

¿Qué hacer? Si es necesaria la presencia militar se requieren de claros objetivos de ingreso y egreso de los territorios. Es decir, programas paralelos de fortalecimiento y modernización de las instituciones policiales para que puedan dar cuenta del problema en el más breve plazo. Instalar sistemas de alerta temprana, y denuncia directa por parte de la sociedad civil para evitar cualquier tipo de corruptela o abuso de la fuerza en el marco de la llamada lucha contra las drogas. Destrabar la posible vinculación entre crimen y política es una tarea urgente en América Latina, partiendo con claros mecanismos de transparencia en el financiamiento de los partidos políticos, las campañas, el avance en la claridad de las cuentas públicas de gobiernos nacionales, regionales e incluso locales, para de esta forma evitar la consolidación de un gobierno que se haga el desentendido o que directamente participe de iniciativas ilegales.

Los militares están jugando un rol importante, tratando de reparar un daño social, económico y político realizado durante muchas décadas pero las consecuencias pueden ser catastróficas. La escalada en el uso de la violencia, las limitaciones de derechos en nombre de mayor seguridad, la crisis de la legitimidad institucional, el enfrentamiento entre las diferentes ramas militares son sólo algunos pronósticos no impensables en la mayoría de casos donde esta condición se ha presentado. Situaciones todas en países con altos niveles de conflicto, ya que sin duda pensar en la utilización de militares para patrullaje vecinal en naciones donde la presencia del crimen está medianamente controlada es tratar de apagar el incendio con gasolina.

Leer más:http://www.poder360.com/article_detail.php?id_article=5102#ixzz1C1AJyy2L