Este es un espacio para compartir opiniones y comentarios, a través del análisis y del estudio de las Redes Sociales y los Medios Sociales.
lunes, 26 de septiembre de 2011
¿Ha fracasado el capitalismo occidental?
sábado, 20 de agosto de 2011
El hombre que humilló a Hitler
BBC Magazine
Una nueva serie de televisión narra la historia de un abogado judío que se enfrentó a Hitler hace unos 80 años, ganándose así el odio eterno del dictador.
¿Quién era Hans Litten?
En las cortes de Berlín, el rostro de Adolf Hitler era de un intenso color rojo. Y es que el futuro líder nazi no estaba acostumbrado a esta clase de escrutinios.
Sin embargo, ahí estaba, siendo interrogado por alguien que representaba todo lo que él denostaba; un inteligente, fiero y radical joven abogado judío llamado Hans Litten.
El joven pedía a Hitler explicaciones por la violencia ejercida por su grupo paramilitar.
Cuando Litten le preguntó por qué su partido publicó una invitación a derrocar el estado, Hitler perdió la compostura.
"Esa afirmación no tiene ninguna evidencia que la soporte", gritó.
El modo en que Litten contradice el argumento de que el movimiento Nazi era pacífico y democrático hizo que el abogado se convirtiera en objeto de una brutal persecución.
Él fue uno de los primeros oponentes políticos del führer, perseguido una vez que el partido Nazi ascendió al poder.
Incluso mucho después de ganar las elecciones, Hitler no podía soportar que se pronunciase su nombre frente a él.
A pesar de ello, poco se sabe de la figura de Litten.
Nueva serie documental en BBC
Ahora una serie de televisión documental explica la historia de este hombre heroico.
Litten era, mucho antes de confrontar al dictador, un acérrimo anti-nazi.
Su padre, un profesor de derecho judío que se convirtió al cristianismo, tendía a ocultar su pasado para impulsar su carrera.
Sin embargo, Litten hizo todo lo contrario. Se unió a un grupo de jóvenes judíos, aprendió hebreo y mostró su simpatía por los desposeídos.
Como abogado se especializó en defender a los trabajadores y miembros rasos del partido comunista alemán (KPD).
No obstante, no era estalinista, lo que le llevó a discrepar con los líderes del KPD que seguían las órdenes de Moscú. "Dos personas son demasiadas para mi partido", solía decir.
De hecho, su terquedad a la hora de seguir sus principios hizo que Litten se ganara muchas antipatías.
"Era un santo, pero tengo la sensación de que si me sentara a tomar una cerveza con él, no me caería bien", cuenta Benjamin Carter Hett, autor de "El hombre que humilló a Hitler", una biografía de Litten.
"Era un hombre difícil de tratar. Era muy doctrinal con sus ideas políticas. Incluso sus amigos más cercanos decían que no era bueno con la gente".
Sin embargo, fue la beligerancia de Litten, así como su inteligencia, lo que hizo que su interrogatorio a Hitler fuera tan efectivo.
Triunfo de Litten contra Hitler
En 1931, Litten logró que se levantaran cargos criminales contra cuatro miembros del grupo paramilitar del partido Nazi (SA), después de que estos atacaran una sala de baile frecuentada por comunistas, matando a tres personas.
Litten llamó a Hitler al banquillo de los testigos, con el fin de poner de manifiesto la estrategia nazi de derrocar la democracia extendiendo el terror en las calles.
Previamente, Hitler aseguró a los votantes de clase media que las SA eran una organización dedicada a "ilustración intelectual".
En mayo de 1931, Litten desmontó por más de tres horas este argumento a través de un detallado cuestionario.
Al principio, Hitler insistía en que estaba comprometido a cumplir la ley al cien por cien, pero su compostura empezó a quebrarse cuando Litten le preguntó por qué entonces había venido acompañado por hombres armados.
-"Esto es una locura", gritó el líder nazi.
Pero el tiro de gracia vino cuando le preguntó por qué el partido Nazi había publicado un panfleto de Joseph Goebbels, el jefe propagandista de Hitler, que prometía que el movimiento iba a "hacer una revolución" y "enviar al parlamento al diablo" usando los "puños alemanes".
Cuando Litten le pregutó cómo estas afirmaciones podían entenderse como un compromiso con la legalidad, Hitler empezó a "buscar convulsivametne una respuesta", según reportaron periódicos de entonces.
La furia de Hitler
Según el historiador de la II Guerra Mundial, Laurence Rees, quien ha escrito y dirigido la serie de televisión sobre los nazis llamada "Una advertencia de la historia", no fue el hecho de que Litten se enfocara en la violencia de los nazis lo que enfureció a Hitler.
En 1931 muchos alemanes ya sabían que las SA eran brutales grupos de matones callejeros, explica. Hitler mismo estaba acostumbrado a los fuertes ataques de sus oponentes.
Pero, según cuenta, el meticuloso y cuidadoso interrogatorio de Litten lo tenía todo para enfurecer al führer.
"Lo que volvió a Hitler loco es que alguien le expusiera las evidencias de una forma metódica y calmada", dice Rees.
"Él odiaba el debate intelectual, prefería arengar a la masas o emplear un tono furioso. No era sólo por el hecho de que Litten fuera judío. Si uno quisiera imaginar el tipo de persona que Hitler odiaría, él lo era".
El juicio fue muy publicitado y convirtió a Litten en una figura odiada por la prensa nazi.
Cuando Hitler creció en popularidad y aumentaban sus posibilidades de alcanzar el poder, los amigos de Litten le recomendaron abandonar Alemania, pero éste se negó. "Millones de trabajadores no pueden irse", dijo, "así que debo estar aquí también".
Tratamiento brutal
Pronto los nazis obtuvieron el control del país y, cuando el nuevo régimen usó el fuego de Reichstag en 1933 como excusa para suspender las libertades civiles, Litten fue uno de los primeros en ser detenido.
Durante los siguientes cinco años, fue retenido en diversos campos de concentración, incluyendo Sonnenburg, Dachau y Buchenwald.
Fue objeto de un tratamiento brutal por parte de los guardas, quienes sabían de la antipatía de Hitler.
No obstante, durante su confinamiento miles de reclusos lo admiraron por el buen trato que éste tenía hacia ellos y su insistencia por guardar su dignidad intacta.
Cuando los guardias del campo pidieron que hicieran una representación para celebrar el aniversario nazi, Litten leyó un poema llamado "los pensamientos son libres".
Suicidio
En febrero de 1938, no pudo soportarlo más y se suicidó ahorcándose en su celda. Tenía 34 años.
A la caída del régimen nazi, la reputación de Litten como némesis de Hitler se reavivó.
Una placa en Berlín se dedicó al joven abogado en 1951 y la Asociación de Abogados de Berlín decidió llamarse Asociación Hans Litten, después de la reunificación alemana.
Sin embargo, todavía hoy su nombre es apenas conocido.
Según Mark Hayhurst, quien escribió y dirigió la serie y documental sobre Litten en la BBC, el abogado fue una víctima de las políticas de la guerra fría.
Sus simpatías por la izquierda supusieron que fuera ignorado por occidente y sus ataques al estalinismo llevaron a que el bloque soviético le diera la espalda.
En el contexto actual, Hayhurst espera que Litten sea reconocido como una figura que resistió la tiranía.
"Todavía hoy hay Hans Littens en el mundo", dice, "él es todavía una inspiración".
jueves, 2 de junio de 2011
El keynesianismo Por: Ramón Parellada
Para la mayoría de personas, el hablar de economía y mencionar a los keynesianos es como hablar en chino. Recordemos algunos hechos importantes de los keynesianos para analizar las propuestas de nuestros candidatos.
John Maynard Keynes fue uno de los economistas británicos más influyentes en el mundo entero. Uno de sus primeros libros fue un análisis de cómo fracasaría la economía de Alemania después de la Primera Guerra Mundial debido a las sanciones económicas insostenibles que se le habían impuesto (Las Consecuencias económicas de la Paz, 1919). Su obra principal fue publicada en 1936 y es La Teoría general del empleo, interés y dinero.
Keynes y más bien sus seguidores consideran al capitalismo inestable y justifican el gasto deficitario del gobierno para llegar al pleno empleo. La deuda es buena mientras que el ahorro no. Abre las puertas para la ingeniería social que no es más que el análisis de cómo recaudar más impuestos y luego, cómo re-distribuirlos. Prefiere los impuestos progresivos y altos para que la gente no ahorre a modo de que se pueda gastar más y llenar la brecha deflacionaria (estaba preocupado por la deflación), si no alcanzan los impuestos para cubrir ese gasto creciente y deficitario hay que endeudarse al máximo, y si no, hay que recurrir a la emisión monetaria aunque genere inflación. Al final, si hay que escoger entre inflación o desempleo es preferible la inflación.
Keynes surge con mucha fuerza porque durante la Gran Depresión la economía clásica no convencía con sus recetas de dejar que el mercado se ajustara solo. Keynes no veía nada automático y había que intervenir. Veía demasiados inventarios de productos sin venderse y por eso el gobierno tenía que gastar más para reactivar la economía y que la gente tuviera ingresos a modo de gastarlos, las tasas de interés no se ajustaban automáticamente culpando a quien ahorraba o mejor dicho atesoraba, quitando esos ahorros de la oferta y por lo tanto quien quería invertir no encontraba quién le diera préstamos y veía que había mucho desempleo sin que la economía clásica lo resolviera, por ello no importaba la calidad del gasto del gobierno, lo que importaba era gastar y llenar la famosa “brecha deflacionaria”.
Los clásicos defendían su teoría indicando que el mercado estaba intervenido y así era, había rigideces que no permitían que se ajustara rápidamente. Luego de la Gran Depresión el gobierno aumentó el encaje bancario empeorando depresión creando una fuerte contracción. Además impuso aranceles con lo que redujo el comercio exterior libre encareciendo todos los productos. Los salarios no podían ir a la baja por rigideces de la legislación laboral y el resultado era un mayor desempleo. No había suficiente inversión porque el sistema estaba estancado, había desconfianza por parte de quien tenía ahorros y pocos con ganas de emprender aventuras nuevas en un momento en que quebraban a diario empresas y bancos.
Los políticos vieron en las explicaciones de Keynes su justificación para romper con las restricciones que regían en todo comportamiento de un buen gobierno como presupuestos equilibrados y bajos gastos. A la economía de Keynes y los keynesianos se les llama la economía del gasto, de gastar y del gran gobierno. La austeridad y el equilibrio en las finanzas públicas dieron paso al excesivo gasto gubernamental, mayores impuestos progresivos, mayor emisión monetaria y un endeudamiento colosal. El resultado, inicialmente, parecía funcionar, con el tiempo, fue un mayor gasto del Gobierno, inflación y estancamiento.
ver nota original http://www.s21.com.gt/opinion/2011/06/02/keynesianismo
miércoles, 2 de febrero de 2011
Movimientos sociales en los países Árabes, ¿pueden tener repercusiones en latinoamerica?
¿Es que acaso los países latinoamericanos pueden llegar a una rebelión y posteriormente a la Revolución que se da en Túnez y Egipto? países como Guatemala, Honduras, Nicaragua y otros países latinoamericanos con indices altos en corrupción, desgobiernos y con síntomas a ser estados Fallidos, enriquecimiento ilícito, nepotismo, narcotráfico, crimen organizado, mercantilismo, iniquidad, falta de igualdad de condiciones económicas, sociales y en derechos, falta de liderazgos y figuras políticas sedientas de las mieles del poder pueda ser la gota que derrame el vaso y que la gente marche y exprese sus necesidades ante la falta de atención de los gobiernos de turno, las situaciones son distintas, en Túnez y Egipto con 23 y 30 años en el poder y las nuevas generaciones dando cuenta sobre la situación real de sus naciones, y en este caso corto para los periodos en el poder pero con grandes daños por las guerras civiles y por un terreno no claro para una llamada democracia inservible ¿harán que haya algún impacto aquellas revoluciones en estos países y que las personas manifiesten su inconformidad y exijan cambios sustanciales ante los gobiernos irresponsables? los datos muestran que en gran medida los países antes mencionados puedan dar signos de manifestaciones.
Corrupción, origen de la revolución árabe
Por: AFP, el martes, 01 de febrero de 2011
Latinoamérica debe mirar con atención el cambio de era que está ocurriendo en el mundo árabe. “Se rebelan contra dirigentes corruptos y arrogantes, acusados de administrar el Estado como una propiedad personal”, estimaron analistas de la Sorbona.
Al analizar las causas de la ola de manifestaciones que sacude a los países árabes, Bourhane Ghalioune, director del Centro de Estudios Arabes de la Sorbona de París, destaca la existencia de una "elite corrupta, apoyada por los países occidentales".
"Su única motivación es la acumulación de riquezas, cuando sus predecesores exhibían una voluntad de cambiar la vida de los más pobres", señala Ghalioune.
"Además, los dirigentes que se aferran al poder desde hace 30 años quieren que la sucesión vaya a su progenitura, lo que la población percibe como una provocación", agrega Ghalioune, profesor de sociología política, de origen sirio.
Por ejemplo, en Siria, Bashar al Asad remplazó a su padre fallecido en el año 2000 y Hosni Moubarak desea transmitir el poder a su hijo Gamal en Egipto.
La caída del presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí, al cabo de 23 años de poder, y la ola de protestas sin precedentes que enfrenta ahora Mubarak simbolizan "el fracaso de un modelo que combina una apertura salvaje a los mercados con un despotismo medieval", subraya el universitario de la Sorbona.
"La región de Medio Oriente y Africa del Norte es la más represiva del mundo, pues sobre 20 países, 16 pueden ser calificados de autoritarios", indica Ghalioune, refiriéndose a la clasificación del Economist Intelligence Unit (EIU).
Irak, el Líbano, la Autoridad Palestina e Israel son considerados "regímenes híbridos" y todos los demás catalogados como autoritarios. Todos los países están ubicados en la mitad inferior de la tabla mundial, que incluye a 167 países.
Otro universitario, Ghassan Salamé, profesor de ciencias políticas en París, habla de una evolución calamitosa en los últimos 30 años, aunque desde la descolonización el mundo árabe ya estaba familiarizado con la tiranía.
"Burguiba y Bumedian vivían en forma austera y no consideraban al estado como su propiedad", afirma Salamé.
Habib Burguiba, el padre de la independencia tunecina, gobernó durante 30 años a partir de 1957 y Huari Bumedian dirigió Argelia desde 1965 hasta 1978.
Según Salamé, "en los años setenta, esos regímenes comenzaron a volcarse hacia el neoliberalismo, utilizándolo en su provecho, y a gobernar en forma corrupta, apoderándose de sectores enteros de la economía".
La revuelta nació del rechazo a una minoría que se enriquece cuando la mayoría vive en la pobreza y reivindicó también la libertad de expresión.
"Las sociedades árabes estaban listas para explotar desde hacía años. Que la chispa haya saltado en Túnez y el fuego se haya extendido por Egipto es cosa del azar", sostiene Paul Salem, director del Centro Carnegie para Medio Oriente, con sede en Beirut.
"Lo notable de esas revueltas es que las consignas que movilizan a miles de personas en Túnez y Egipto son los derechos humanos y civiles, la democracia social y la justicia económica", agrega Salem.
"Se trata de un programa democrático y no ideológico", destaca.
"En los últimos treinta años, la única oposición verdadera a los regímenes autoritarios era el movimiento islámico, pero en realidad, los movimientos en Egipto y en Túnez lograron en pocas semanas lo que los partidos islámicos no lograron en décadas", prosigue Salem.
"Eso prueba que la democracia tiene actualmente una resonancia más potente que el islamismo, el nacionalismo árabe o las ideas de izquierda", concluye. ver en: http://www.estrategiaynegocios.net/mundo/Default.aspx?option=17705